La pelota volvió a rodar en el Estadio Akron y con los equipos de Mazatlán y Tigres, además de medios de comunicación, probaron las medidas de sanidad que se implementarán en la próxima campaña.
Después de casi cuatro meses de inactividad en el balompié azteca, éste volvió a las canchas y lo hizo con la Copa GNP por México celebrada en los campos de Pumas y Chivas. La actividad futbolística se reactivó con las medidas sanitarias correspondientes para ambos equipos que llegaron al estadio con cubrebocas respetando el protocolo.
Además de los futbolistas, todos los miembros del equipo también cumplieron con las medidas sanitarias, respetando las 300 personas como máximo que pueden estar en el estadio, distribuidas entre jugadores, cuerpo técnico, médicos, árbitros, camarógrafos y periodistas. A los medios de comunicación se les pidió un estudio donde se comprobara que no portaban el virus.
En el encuentro, entre Tigres y equipo de Mazatlán, los jugadores por momentos se encontraban desorientados después de la pausa de 3 meses que tuvieron, los felinos fueron superiores al conjunto debutante de Sinaloa por los primeros 35 minutos y los 10 restantes se vivió un duelo mas parejo con ambos conjuntos generando jugadas de peligro.
El partido tuvo 2 pausas de rehidratación, una en el primer tiempo y otra en la parte complementaria donde los equipos aprovecharon para tomar un poco de aire ya que regresar a jugar 45 minutos consecutivos luego de 3 mese de inactividad era complicado.
La banca únicamente pudo ser utilizada por el cuerpo técnico, mientras que los jugadores suplentes fueron colocados en las gradas con un distanciamiento entre ellos, Palencia, técnico de Mazatlán, utilizo diferentes equipos en ambos tiempos ya que para la segunda mitad realizo 11 cambios, al final el encuentro termino con un empate a 0 goles.
