(Fotos y video) Santuario del Desierto: la fe en su máxima expresión

Desde tiempos ancestrales, la fe se catalogó como el máximo sentimiento de expresión hacia lo que se cree o se ama, hoy un término encauzado de forma muy particular hacia la devoción católica.

El Santuario del Desierto, un templo emblemático dedicado a la Virgen de Guadalupe; recibe miles de visitas diariamente por estas fechas, ya que es una tradición “pagar” mandas o agradecer favores recibidos en algún momento.

Enclavado entre las comunidades de “La Cruz” y “Guadalupe Victoria” pertenecientes al Municipio de Mexquitic, el Santuario del Desierto tiene más de 300 años y es ya todo un icono de la fe católica y de ser testigo de manifestaciones que inclusive pueden rayar en lo extremo como por ejemplo, cientos de feligreses realizan kilométricos recorridos descalzos hasta llegar a postrarse frente al a imagen.

Multitudinarias asistencias recibe durante el año, el catolicismo le atribuye particularmente a esta virgencita de ser muy milagrosa y de dar favores aún en situaciones complicadas o desesperantes para los peticionarios.

De acuerdo con la historia, este templo se erigió para cuidar a los obreros y ayudarlos en situaciones difíciles inclusive para obtener trabajo.

La imagen de la Virgen de Guadalupe que se ubica en su interior, fue pintada en el año de 1625 y representa una de las primeras copias fieles de la original que se encuentra en el Tepeyac.

El padre Juan José Cortés Casillas, visionario de Guadalupe, oriundo de Guadalajara Jalisco, acepta con amabilidad esta charla para relatar brevemente la historia del Santuario del Desierto y de quien considera su casa sagrada.

En primer lugar hace un ejercicio de retrospectiva y recuerda que un 12 de Diciembre de 1531 se aparece Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, allá en el cerro del Tepeyac y que a partir de entonces, “ha caminado por nuestro pueblo, en las alegrías y tristezas nos ha ido ayudando”.

El centro de alimento espiritual como él llama a este lugar, es una expresión de la fe del pueblo y que gracias al soporte de la iglesia católica se ha podido mantener particularmente al primer sacerdote que originó la ermita.

EN ALGÚN MOMENTO LOS SACRÍLEGOS SUSTRAJERON LA IMAGEN DEL DESIERTO

Unos falsos peregrinos que, hasta el momento, se desconoce su procedencia y a base de engaños lograron sustraer la sagrada imagen, aprovechando que en aquella entonces el templo solía estar solo o abandonado.

Sería el año de 1992 cuando se consumó el sacrilegio, los ladrones se la llevaron y con ella el amor y la fe de millones de católicos que comenzaron a orar por que fuera regresada.

Y así fue, al año regresó, pero no por que haya sido devuelta, si no por medio de cuestiones de investigación por parte de agentes policiales.

Dieron con los responsables, no se sabe si quedaron bajo encarcelamiento u obtuvieron el perdón divino.

Las autoridades eclesiásticas y del Estado impusieron condicionantes para que la morenita retornará a su lugar de origen: mejores y mayores condiciones de seguridad, por ello la blindaron, así es el retablo donde está la imagen es de vidrio blindado, “y ya no tiene acceso a que cualquier persona pueda tocarla, está protegida”, asegura el padre Juan José.

Sin duda que este espacio tiene que ser contemplado por las autoridades estatales y municipales como un sitio ideal para la atracción del turismo nacional y extranjero, pues solo sobrevive de las limosnas de los feligreses y de las aportaciones de los peregrinos que hacen en temporada mayor.

El cura responsable de este apreciado templo, pide a los feligreses no olvidar que el Templo es de todos y para todos, como un albergue de fe y esperanza, para que «nuestra madre» escuche cada una de las necesidades fisicas, de salud, de empleo o cualquier otra, por lo que es necesario que en conjunto, el Santuario se conserve en buenas condiciones de recibir, durante todo el año, a miles y miles de peregrinos y creyentes de la «morenita del Tepeyac»: Dijo que la gente es quien alimenta y cuida el lugar, y espera que siga sucediendo por muchos años más.

Requiere de grandes inversiones, “este lugar necesita de todos”, puntualiza el sacerdote.

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