Inspectores de la Capital, intentan desalojar a comerciantes en Plaza de Armas, y se arma zafarrancho

Luego de tremendo zafarrancho suscitado entre inspectores de la Unidad de Gestión del Centro Histórico de la Capital y de la dirección de Comercio, contra comerciantes ambulantes, que pretendian instalarse a un costado de la Catedral Metropolitana, en donde desintalaron contra la voluntad de los vendedores, una estructura de un puesto y tiraron al suelo diversa mercancia, como dulces tipicos, se acordó que podrán volverse a instalar, solo por temporada de 3 días.

La mañana de este día, decenas de inspectores irrumpieron contra los vendedores y sin acuerdo previo o entablar una conversación antes, comenzaron a desmontar el puesto ya instalado. Gomitas, botanas y dulces típicos cayeron al suelo, siendo aplastados por los pies de los aguerridos.

Tanto los empleados municipales como los comerciantes se opusieron, sin embargo fue imposible evitar que mucho producto quedará inservible para su venta. Incluso, niños menores de edad, entraron en una crisis y comenzaron a llorar al ver el desmane.

Policías municipales de la Capital, también llegaron al lugar, pero se mantuvieron a la expectativa.

La autoridad municipal argumentó que las personas no tienen permiso de instalarse en esa zona, de la Plaza de Armas; por su parte, los afectados señalaron que ese sitio ha sido su lugar de venta por la temporada del Día del Amor y la Amistad, y que solo son 3 días los que buscan vender ahí. Mostraron los recibos de pago de los últimos meses, donde se constata que no adeudan su permiso ante el Ayuntamiento Capitalino.

Una de las afectadas consideró injusto y preguntaba el porqué le hacían eso, si no son delincuentes y solo buscan sacar para subsistir y para pagara el recibo de agua de 700 pesos.

Otros preguntaban por Rocía Zavala, titular de la Unidad de Gestión, quien ha protagonizado los últimos desencuentros con comerciantes, a quien pedían se presentara, pues parecía que ella era la alcaldesa de la Capital y no Xavier Nava.

Finalmente, después de más de una hora, se autorizó la instalación del puesto, aunque queda en el aire si se les recompensará el costo de todo el producto tirado al suelo, en este lamentable suceso.

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