“Preferiría morir después de ser golpeada como un perro”, fue el mensaje que dejó la triatleta Choi Suk-hyeon a su madre, antes de suicidarse.
Una joven surcoreana de 22 años, llamada Choi Suk-hyeon, decidió terminar con su vida, la semana pasada, tras recibir un mal trato de la gente que la manejaba. Esta triatleta recibió golpes, abusos psicológicos y acoso, la deportista ya había presentado varias denuncias sobre estos hechos, pero lamentó que sus compañeros no quisieran testificar sobre lo ocurrido.
Tras lo ocurrido, múltiples medios surcoreanos afirmaron que Choi realizó grabaciones de cuando era agredida y en un documento difundido por la cadena YTN, se escucha la voz de su entrenador enojado por que la deportista había ganado peso, comentando lo siguiente: “Debes evitar comer durante tres días. Aprieta los dientes”, (enseguida se escucha el sonido de una cachetada) “si te enfadas, mañana te daré otra lección” se escucha en el audio.
Además, el padre de Choi comentó que en una ocasión obligaron a su hija a comprar pan por la cantidad de 166 dólares, para comérselo por haber subido de peso.
En un mensaje que Choi dejó a su madre, le pide “revelar los pecados” de quienes la agredieron, y en un diario que tenía la triatleta y que le dejó a su madre, se pueden leer frases como “he sido agredida de forma tan violenta… que lloro todos los días. Preferiría morir después de ser golpeada como un perro”.
Ante esta situación, la Federación de Triatlón de Corea emitió un comunicado en el que aseguran que tomaran medidas contra los agresores de Choi, además la federación Internacional también comunicó que se pusieron en contacto con la Federación y el Comité Olímpico de Corea del Sur para recopilar todo tipo de información sobre este caso. Mientras se lleva a cabo esta investigación, todos los triatletas están protegidos y seguros.
Esta no es la primera ocasión que un deportista surcoreano sufre una agresión, ya que en 2018 la patinadora de velocidad Shim Shuk-hee, denunció haber sido víctima de maltrato físico y psicológico, contando que su entrenador la golpeaba desde los 7 años llegándole a romper los dedos con un stick de hockey. El entrenador confesó que la golpeaba, junto a otros tres patinadores, para que mejoraran su rendimiento, por lo que en entrenador fue condenado a 10 meses de prisión.