El pasado 5 de junio del año 2020, un grupo de presuntos activistas y jóvenes agitadores allanaron el Congreso del Estado, luego de unirse a las manifestaciones por la muerte de un hombre en el Estado de Jalisco; en esa ocasión, el Congreso se convirtió en un terreno de guerra, destruido, incendiado y vandalizado. El busto de bronce de Ponciano Arriaga, fue roto y quemado.
Hoy, a un año y 3 meses de aquel espectáculo deplorable, se repuso la estatuilla en el recinto legislativo, donde estuvieron diputados locales, abogados y representantes de Poder Judicial.
Vianey Montes Colunga, presidenta de la mesa directiva del congreso, recordó aquellos actos vandálicos y acusó que después de tanto tiempo, los responsables de la destrucción histórica del Legislativo no han sido castigados conforme a la Ley, pues dijo que actualmente son dos mujeres y un hombre, acusados de ser los responsables, pero que solo les fijaron la restricción de no acercarse al recinto local y acudir a firmar periódicamente ante un juez.
Pidió a las autoridades de justicia, federales y estatales, que no olviden aquel triste día, y se reponga el caso y sean castigados todos los involucrados, «exigimos justicia, no la estamos implorando, como representante popular me pongo en el lugar de cualquiera de mis representados y me agobia la impotencia ante la falta de justicia», dijo.
También mencionó que el Congreso impugnó la decisión de la Fiscalía General de la República, de no ejercer acciones penales contra los acusados y detenidos, quienes algunos fueron puestos en libertad por ser menores de edad.
Por lo cual, se sigue en investigación y proceso la denuncia por daño al patrimonio, robo y más delitos de caracter federal.
