En pleno año electoral, el gobierno de Juan Manuel Carreras López, con el argumento del combate a la pandemia del COVID-19 y por medio de la Secretaría de Salud, entonces encabezada por la ahora candidata a gobernadora por Morena, Mónica Liliana Rangel Martínez, hizo un manejo discrecional de la deuda estatal a corto plazo, lo cual, lo puso en la mira de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Dicha dependencia federal tiene en observación el nivel de endeudamiento de corto plazo, con proveedores y contratistas con respecto al total de la deuda del Estado, al pasar de tres mil 525.5 millones de pesos en el tercer trimestre de 2020, a 4 mil 782.6 millones de pesos al siguiente trimestre.
Está cifra, pasó de representar el tres por ciento al 7.6 por ciento de la deuda total del Estado, por lo cual, este rubro pasó del semáforo verde al amarillo en el sistema de alertas de la SHCP.
Al término del 2020, el endeudamiento a corto plazo del gobierno del Estado creció mil 257.1 millones de pesos, es decir, el 35.6 por ciento. Esta situación ocurrió justo después de que el Congreso del Estado desechó una solicitud de reestructuración de deuda solicitada por el gobierno de Carreras López con la excusa de atender la pandemia por el COVID-19.
Justamente, de acuerdo a la cuenta pública del año pasado entregada por el Ejecutivo al Congreso, esa deuda de corto plazo se contrató para paliar un balance negativo de mil 173 millones de pesos generado por las medidas para enfrentar a la pandemia.
En la cuenta pública, el gobierno de Carreras López reportó un incremento de la deuda por créditos quirografarios, de 300 millones de pesos en diciembre de 2019, a mil 300 millones de pesos al final de 2020.
Es decir que, el incremento de más de mil millones de pesos en créditos a corto plazo fue destinado a la dependencia encabezada por Rangel Martínez, quien en declaraciones recientes afirmó tener el apoyo del gobernador para ganar las elecciones, pues “le asegura su séptimo año”.
