Una vez más, se vislumbra un caso de impunidad por parte de las instituciones públicas, en el caso del ciudadano quien fuera confundido como trabajador de la empresa Uber, y que fue agredido por inspectores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; pues hoy él denuncia el abandono y la indiferencia de nuestras autoridades.
Nadie le da respuesta, ni la SCT ni la Fiscalía de Justicia, donde interpuso una denuncia, ni el Gobierno del estado, dejando claramente la evasión de responsabilidades y anunciando el poco interés en hechos violentos, protagonizados por servidores públicos.
Juan Ramiro Robledo se justifica diciendo que es un tema que le compete e la Fiscalía, y la Fiscalía a su vez, dice que se lleva el proceso correspondiente. ¿Cómo pretenden que los potosinos se coman las mismas declaraciones cada que pasa algo similar? Alguien debe responder en este caso.
Autoridades den alguna esperanza de que la justicia la conocen y el castigo a los responsables se hará realidad, y no será una frase en medios que con el paso de los días quedará en el olvido gubernamental.
