Comerciantes advierten futuro hostigamiento y corrupción de funcionarios municipales, en la FENAPO 2019

Comerciantes que buscan un espacio en los pabellones comerciales de la edición 2019, de la Feria Nacional Potosina (FENAPO), advierten de ser víctimas de extorsión y malos tratos, en os próximos días, de quienes podrían ser los encargados de regular su permiso y venta dentro de las instalaciones de esta Feria, pues se trata de dos personas con un negro historial, debido a que son empleados municipales y ahora lo serán en el nivel estatal.

Juan José Pérez Guillen y Alberto Amador Benítez, subdirector de Comercio Municipal del Ayuntamiento de la Capital y Jefe de Inspectores del mismo departamento, respectivamente; se han dado a conocer como los que serán los responsables de regular el permiso, la venta, el horario y todo en torno a los vendedores y comerciantes en la FENAPO, cosa que no está permitida en la ley, según el artículo 51°, de la Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado de San Luis Potosí, en donde se señala que «Incurrirá en cohecho el servidor público que exija, acepte, obtenga o pretenda obtener, por sí o a través de terceros, con motivo de sus funciones, cualquier beneficio no comprendido en su remuneración como servidor público, que podría consistir en dinero; valores; bienes muebles o inmuebles, incluso mediante enajenación en precio notoriamente inferior al que se tenga en el mercado; donaciones; servicios; empleos y demás beneficios indebidos…».

Toda que vez que se está permitiendo obtener un empleo como servidor público, haciendo valer de su relación con sus funciones, al tener en conocimiento un padrón de comerciantes previo.

Con anterioridad, estos dos personas han sido denunciado en el Ayuntamiento de la Capital por corrupción, al pedir «moches» para permitirles la venta de productos que si están permitidos, además los han acusado de involucrarse en la venta de espacios en el Centro Histórico.

Son conocidos también por chantajear a los comerciantes, cobrar cuotas inexistentes y extorsionarlos para poder dejarlos trabajar, junto a otras dos personas más.

Las víctimas temen ser blanco de maltratos por parte de estos personajes, por lo que pidieron separarlos de su nombramiento en las oficinas de la FENAPO, donde ya han sido vistos operando.

Algunos de ellos ni siquiera han obtenido su permiso o están a punto de otorgárseles, pero con Pérez Guillen y Amador Benítez, el proceso de les podría complicar o, en el mejor de los casos, podrían ser víctimas de las artimañas de chantaje de estos dos funcionarios, para obtener la autorización.

Notas del mes